En las bodas que hago siempre intento buscar lo extraordinario en lo ordinario, entendiendo ordinario por rutina. Es ago que aprendí de la street fotografía que intenta hacer de lo cotidiano algo extraordinario. Y este caso que mejor manera de buscarlo que aliarse con los peques. Ellos siempre son extraordinarios.

Y aunque una boda, sobre todo la parte de la ceremonia, sigue un procedimiento establecido, siempre ocurren cosas alrededor.

Esta es una imagen sacada en la una boda en la iglesia de San Manuel y San Benito en Madrid. Los novios estaban en el altar y era el momento de lso anillos. Claro, era un momento importante para todo el mundo y nadie se podría perder detalle, así que la pequeña eligió estar en primera fila.

Pero no solo me dio este momento, si no que pasado el rato la cosa debió perder interés para ella y prefirió posar para mi y poner caras.

Me encanta este par de fotografías porque los novios y padres de la criatura ni se enteraron que estaba rondando por ahí y cuando vieron esas fotos nos pasamos unas buenas risas.

Bueno!, también hubo fotos del momento de los anillos y el “sí quiero”, pero como fotógrafo documental de boda me hizo mucha ilusión de coger estos 2 momentos y que forman parte ya de la historia de la boda.

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